viernes, 25 de octubre de 2013

Fabricados para no durar


Este es el título que se le puso a un documental emitido hace ya tiempo por RTVE cuyo tema central era la denominada “Obsolescencia Programada”.
Este término, pese a surgir allá por los años 30, ha ido cobrando popularidad en los últimos años, cuando producto del capitalismo y sus mercados, las empresas han establecido planes de fabricación que tienen el objetivo de acortar la vida útil de los productos.

Es un paso atrás para el ecologismo. Un ecologismo del que presumen las empresas más derrochadoras e insolidarias del planeta. Especial atención le voy a prestar a la empresa Top por excelencia: la internacional Apple del desaparecido magnate de la informática Steve Jobs.
Apple, con su símbolo de la manzana, una imagen de lo más natural y ecológica, es experta en sacar el mayor beneficio de la tecnología que desarrolla cara al público, sin remordimiento de sus modos de conseguirlo. Mientras se presume de eficiencia ecológica, Apple produce residuos tóxicos desde sus fábricas de China a niveles ilegales, crea vertederos tóxicos en África, destruyendo los pocos depósitos naturales de agua de las regiones sureñas, y reduce al mínimo la vida de sus productos.


Green Peace ha tachado a Apple como la empresa con la peor política medioambiental del mundo desde el 2007.


La estrategia es clara: ofrecer un producto de la máxima calidad e innovación que sin embargo, el usuario vaya a emplear a lo largo de 2 o 3 años previsiblemente. ¿La clave? La clave está en las baterías de corta vida. Cuando la batería de un I-Pod muere, no es reemplazable, sino que tienes que adquirir el producto completo con el consiguiente desembolso. Pero la cosa va más allá, porque el usuario cuyo producto de Apple ya no tiene vida, tendrá para entonces a su disposición en el mercado, un nuevo producto del mismo tipo pero con características más avanzadas. Es decir, para cuando muera, su producto ya estará obsoleto tecnológicamente.


Para finalizar, citaré un ejemplo que deja patente la existencia real de esa “obsolescencia programada”. En el libro Guinness de los records, encontramos ¡una bombilla que lleva encendida 110 años! La pregunta es: si una bombilla puede estar encendida 800 000 horas… ¿por qué las que usamos cotidianamente tienen una vida útil de entre 750 y 2000 horas?

Todos nos hemos dado cuenta que los electrodomésticos en general, desde un lavavajillas hasta un microondas, se estropean en mucho menos años que aquellos mismos fabricados hace 20 años, o mismamente un coche.
Cierto que si los productos tienen una larga vida, las empresas venderían mucho menos y podrían caer en quiebra. Pero llegamos a unos límites en que a todos nos acabará saliendo caro.

2 comentarios:

  1. La verdad es que en la actual sociedad capitalista solo se busca el consumo, la inversión, vivir rapido sin pensar en lo que no hacemos...una temática interesante la de tu blog, me gusta :) te dejo una entrada mia de este estilo, es de un tema un poco mas trivial como la música pero bueno, espero que la leas y me des tu opinion :)

    http://reflexionesmirandolasestrellas.blogspot.com.es/2011/12/evolucion-musical.html

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  2. Tienes razón Jack_Destroyer , la verdad es que no dejan ya casi nada con lo que podamos pagar y usar para siempre. Solo un ordenador e dura un X de cargas, después despídete de él.
    Gracias por los alagos. :)
    Por cierto, por esta vez pasa, pero cuidado con los Spam, porque los borramos.
    Saludos! ;)

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