Gérard Piqué Bernabéu

La Oveja Negra de esta semana es para el defensa central del F.C Barcelona Gérard Piqué, quien nos ha pedido y suplicado con sus actuaciones que le reserváramos la sección. ¡Va per tu, campió! Y es que estamos hablando de un campeón de Europa, del Mundo y campeón de todo con el Barça, contando con apenas 25 años. Es el presente y el  futuro del futbol defensivo mundial, pero tampoco le va nada mal su vida personal desde que se marcara un waka waka con la colombiana Shakira.

Parecía un chaval ideal, y digo “parecía”, porque en esta temporada está echando a perder la reputación que le avalaba. Ha pasado de ser posiblemente (bajo mi opinión) el mejor central del mundo, siendo comparado con el mismísimo Franz Beckenbauer, a dejar de ser fijo en las alineaciones de su entrenador Pep Guardiola y ver algún que otro partido desde las gradas del Camp Nou.

Sin embargo lo que ha hecho posible que le dediquemos esta sección han sido sus gestos provocativos de siempre, añadidos a la hiperactividad que tiene en la lengua últimamente. Gerard ha conseguido que por un momento me plantease cambiar el nombre de la sección de la Oveja Negra por el de “Bocazas de la Semana”.

“Ha sido una expulsión premeditada. En el descanso le dije al árbitro que era penalty a Keita y se la ha guardado. Entonces ha hecho un duelo personal". ¡Oh Dios bendito, a Piqué le tienen manía! (por favor, que no estás en el colegio, ya basta). Si, esta es la última tontería que se le ha ocurrido al pobre  tras ser expulsado durante el choque que enfrentaba a su equipo contra el Sporting de Gijón, y que posiblemente le acarree la sanción de una multa económica. Pero simplemente ha sido una de tantas polémicas en las que el jugador catalán ha sido protagonista, entre las que cito:

La captación de una fotografía en actitud más que cariñosa con su entonces compañero Ibrahimovic, el escupitajo que le dedicó al director de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) Pedro Cortés durante la celebración de la conquista del Mundial, la broma de ponerle una camiseta del Barça a Cesc Fábregas cuando aún era capitán del equipo londinense Arsenal, el gesto provocador de la “manita” al aire tras ganar al eterno rival por 5 goles a 0, y sobre todo, sus desafortunados comentarios de carácter nacionalista catalán que no han hecho ningún bien a la Selección Española de fútbol.

Tan solo voy a desear que Piqué encuentre el norte, empiece a rendir sobre los terrenos de juego y mantenga al margen su vida personal de la profesional. Un futbolista se debe a su afición, y no está dando la imagen que se espera de alguien que cuenta además con el plus de ser mediático. No encaja con la humildad que caracteriza al F.C Barcelona, ya podría aprender un poco de Puyol o Xavi. Queda patente que es un error convertir la ambición y el talento en engreimiento y soberbia desmedida.