Hoy celebramos el Día de San Patricio. Un clásico irlandés, acompañado de un pequeño y gruñón enano, que, según cuentan las leyendas, guarda una olla llena de oro donde empiezan los arco-iris. ¿Quién nunca ha pensado en ir hasta el final de un arco-iris y hacerse rico?
No es tan fácil, eso ya ha quedado demostrado. En mi corta vida he tenido la posibilidad de estar en la ciudad que vió nacer la cultura irlandesa: Boston (Massachusetts). Estuve hace 3 años en este mismo día, y cómo se vive allí... Es otro mundo. Las calles engalanadas, la gente sonriendo, los bares y terrazas llenos hasta reventar, y hasta te regalaban gorritos y flautas para que todo el mundo supiese que hoy es su día.
Los irlandeses han sabido dejar su granito de cultura en el mundo. La cerveza Guinness es ya todo un clásico y su trébol de 3 hojas se ha adueñado de el aura de la buena suerte. Hoy todas las calles se visten de verde para conmemorar a St. Patrick (El Santo de los irlandeses... ¡cómo no!). Los festivales, los gorros y las cabalgatas se hacen con la calle para transmitir un sentimiento de fiesta y buen ambiente que hace que más de uno se vaya a un bar irlandés y disfrute de este día, en compañía de la gente más inverosímil.Os invito a salir fuera y visitar algún pub irlandés, pedir una refrescante Cerveza Guinness, sentaros y disfrutar de este día tan mágico. Y si ya os atrevéis ir a alguien y decirle:
"Kiss me, I'm Irish"
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